jueves, 21 de enero de 2010

RESOLUCIÓN PACÍFICA DE CONFLICTOS


El día 30 de Enero se celebra el Día Escolar de la No Violencia y la Paz. Por ello, durante esta semana se van a realizar en 3º y 4º ESO actividades de tutoría relacionadas con el tema. En concreto, con la resolución pacífica de conflictos.

Para evitar las muertes y el sufrimiento que causan las guerras y conflictos armados de todo tipo, en algunos casos intervienen mediadores internacionales. De hecho, la ONU se creó, entre otros objetivos, para ser un organismo que funcionara como mediador en las disputas que pudieran producirse entre diferentes países.

La figura del mediador se ha ido extendiendo a muchos ámbitos, entre ellos, el ámbito. escolar. El trabajo de los mediadores, en general, es ayudar a las partes en conflicto a encontrar una solución que satisfaga a ambas.

Como celebración del Día de la Paz, los grupos de 3º y 4º van a realizar un trabajo de mediación escolar para ensayar la forma de resolver los problemas desde una perspectiva pacífica y de no agresión. Los casos que os proponemos para que los trabajéis en pequeños grupos los hemos extraído del libro " Tiempo de mediación". El libro que se ha utilizado en Andalucía para formar a los mediadores escolares. En cada supuesto os hemos descrito la situación que se presenta y el punto de vista de sus protagonistas. Los casos son los siguientes:

SUPUESTO 1

Ricardo está pez en inglés, por este motivo, en el control parcial, ha hecho lo imposible por sentarse al lado de Jimmy (que es hijo de madre inglesa). Ricardo se ha pasado todo el rato estirando el cuello, haciendo ruiditos para captar la atención de Jimmy, llamándole flojito, tirándole papelitos... pero Jimmy no le ha pasado ni una sola respuesta, todo lo contrario, le ha lanzado un par de miradas furibundas para ver si le dejaba en paz.

Al finalizar el control, todo el mundo hacía comentarios sobre las preguntas: que si el profesor se ha pasado, que si no había tiempo, que qué demonios había que hacer en la tercera... Ricardo ha dicho a todo el que le ha querido escuchar que él seguro que suspenderá y todo por culpa del engreído de Jimmy, que juega con ventaja y no se digna ayudar a los compañeros. ¡Menudo egoísta!

El día que el profesor da los resultados, Jimmy tiene un sobresaliente y únicamente seis personas más de la clase han aprobado justito. El resto tienen que recuperar haciendo un trabajo bastante extenso y una segunda prueba. Las teorías de Ricardo cobran fuerza: esto es una injusticia, no todo el mundo tiene una madre inglesa, pase que los ‹‹empollones›› de clase aprueben ¿pero Jimmy que no tiene que hacer nada de nada? ¡Y encima se lo cree! Pasa de sus compañeros...

Al regresar del descanso, en la silla de Jimmy se puede leer escrito con rotulador negro y letras grandes ‹‹BAD BOY››. Mientras todos ríen, Jimmy va en busca de la tutora y le dice que no piensa sentarse en aquella silla. La tutora entra en clase y quiere saber quién lo hizo, dice que el mobiliario no se puede pintar, que sancionará a todo el mundo si no sale el culpable... Es evidente que ha sido Ricardo, pero es un muchacho muy divertido y simpático, un buen compañero y nadie está dispuesto a delatarle. Es él quien, finalmente, confiesa. Entonces la tutora le dice que limpie inmediatamente la pintada y que, si Jimmy lo acepta, busquen mediadores y solucionen ellos mismos el problema. Jimmy no quiere ir a mediación, él no ha hecho nada, ¡faltaría más!

Jimmy

Estoy harto. Todos me tienen envidia porque hablo inglés perfectamente. Si mi madre es inglesa ¡mejor para mí! Yo también saco notas bastante buenas y estudio mucho en las otras asignaturas. Si me pasara el día haciéndome el gracioso y el chuleta como Ricardo seguro que suspendería igual que él. Pero hay quien piensa que estudiar es una estupidez, por su culpa, algunos días perdemos el tiempo. Fuera del instituto aprendo alemán, o sea, que también tengo que estudiar idiomas y no me quejo por ello. Por culpa de Ricardo nadie me soporta y me temo que, a partir de ahora, los compañeros me harán la vida imposible. Hoy, cuando la tutora ha preguntado quién me había pintado la silla, le han encubierto y es que Ricardo cae bien a todo el mundo. No me perdona que no le dejase copiar, pero es tan poco disimulado que tenía pánico a que nos pescasen a los dos.

Ricardo

Yo no estudio si no es imprescindible. De momento voy pasando de curso, o sea, que no me va tan mal, y en casa no se quejan. Tengo claro que, mientras apruebe, no me voy a amargar la vida hincando los codos. Yo vengo al instituto a pasármelo bien y a ligar todo lo que pueda. Hay gente muy maja en clase y profesores muy enrollados. No soporto a los estirados y chuletas como Jimmy, que siempre hacen todo lo que les mandan, se sientan delante en clase, hacen la pelota a los profesores... no me extraña que no tenga ni un solo amigo. No sabe qué es la solidaridad, en cambio yo he preferido aceptar que la broma (¡todos se han partido el pecho de risa al leer la pintada!) la he hecho yo para evitar que sancionen a toda la clase. ¡Hasta ahora nunca me habían llamado la atención y no quiero ni imaginar qué pasará si me envían una falta a casa!

SUPUESTO 2

Los padres de Laura esperan mucho de ella, siempre dicen que tiene mucha capacidad para el estudio y que será una gran abogada, médica, arquitecta o ingeniera... Es la mayor de tres hermanos y quieren que sea un modelo para los gemelos que acaban de cumplir cuatro años. Sus padres trabajan en el taller mecánico de su propiedad. Además del padre, hay tres mecánicos más y la madre, que lleva las cuentas y se encarga de las facturas.

Laura es quien lleva la casa y cuida a los gemelos desde que nacieron, además, tiene que sacar buenas notas. Sus padres no le permiten ‹‹perder el tiempo›› con los ‹‹colgados›› de la clase. Ellos trabajan todas las horas del día y sólo tienen fiesta los domingos y quieren estar tranquilos en casa, en familia o, como mucho, salir juntos al cine. El taller les va bien, por eso han comprado un chalet en la playa que deberán pagar durante bastante tiempo.

Este año Laura acaba bachillerato y le gusta un chico de clase. Que pueda salir con él es algo impensable, ya que está totalmente controlada, por eso ha empezado a hacer novillos, no muchos para no llamar la atención. Pero el tutor se ha percatado de la ‹‹coincidencia›› en las ausencias y ahora entiende por qué dos excelentes alumnos han bajado en su rendimiento escolar.

Antes de enviar un comunicado a la familia cita a Laura y a Manuel; ella empieza a temblar y a llorar de tal manera, suplicándole que no diga nada a sus padres, que la hace pasar al despacho para hablar en privado. Entonces, le ofrece la opción de que sea ella misma quien hable primero con sus padres, pero Laura dice que la ‹‹matarán›› si no huye primero de casa, cosa que ya ha pensado en más de una ocasión, pero no tiene dónde ir.

Otra opción sería convocar al padre o a la madre a mediación, porque lo que está claro es que el centro tiene el deber de comunicar las ausencias. Laura acepta la mediación como la menos mala de las alternativas, pero igualmente teme la reacción de sus padres.

Laura

Mis padres son buenas personas, sólo quieren lo mejor para mí y para mis hermanos y se matan trabajando para que nosotros tengamos un buen futuro. Yo no sé qué futuro tendré, pero lo que es el presente... Tengo diecisiete años y siempre que salgo lo hago en familia. Nunca he podido invitar a nadie a mi casa, ni tampoco me han dejado ir a mí a casa de mis amigas. Me siento como un ‹‹bicho raro›› y no quiero parecer una desagradecida. Sí, es verdad que tengo un chalet muy bonito en la playa, pero eso significa más trabajo para mí. Hasta ahora me había resignado a todo, pero desde que Manuel me pidió que saliera con él ¡me siento tan feliz! Él es un chico fantástico que comprende mis obligaciones, también es muy trabajador y desde los dieciséis años ayuda en un almacén y ahorra para la universidad. Queremos pasar algunas horas juntos y por ese motivo hemos faltado a clase. Yo, el próximo año cumplo los dieciocho, buscaré un trabajo y me iré de casa... No veo otra solución.

Paqui (madre de Laura)

Mi hija no me ha explicado por qué me ha citado el tutor. Siempre que voy a verle me da buenas noticias que aún me hacen sentir más orgullosa de mi hija. Pero en esta ocasión, la nota dice que me convocan a mediación, y eso me preocupa. La mediación es para solucionar problemas, pero no se me ocurre que mi hija pueda tener alguno. Mi marido, José, también quería venir, pero con uno que falte al trabajo ya es suficiente. Laura está a punto de acceder a la universidad, si hay que «apretarla›› para la selectividad lo haremos, nosotros colaboramos con el instituto en todo lo que sea preciso. ¡Lo importante es que saque buenas notas!

SUPUESTO 3

Antonio es el conserje del instituto y se queja de que últimamente pasa la mayor parte del día haciendo de ‹‹criado›› de los alumnos. Los chicos y chicas le piden todo tipo de favores: que si puedo llamar a casa porque me he olvidado el chándal, que si déjame una moneda para coger el autobús, que si hazme urgentemente las fotocopias de estos apuntes porque mañana tengo examen, que ábreme la puerta del aula de idiomas que me he dejado la chaqueta... Y, si se atreve a decirles que no, al día siguiente tiene a los padres culpándole y pidiéndole explicaciones: que el profesor de gimnasia ha castigado a la niña, que el nene ha tenido que volver caminando a casa por una miserable moneda, que ha suspendido el examen, se ha enfriado...

La gota que ha colmado el vaso ha sido la desaparición de Fluffy, una cría de gato siamés que Lorena le dejó el viernes a primera hora de la mañana para que lo cuidase hasta que ella terminara las clases. El animalito debió salir de la caja de zapatos en que lo trajo Lorena y a saber dónde se metió. Cuando Lorena, acompañada de las amigas, entró en la conserjería a recoger a Fluffy, el gato ya no estaba ahí. Antonio estaba en la puerta de salida y allí, delante de todo el mundo, Lorena le mostró la caja vacía chillando: ¡¡¡¿qué has hecho con mi gatito, desgraciado?!!! ¿Dónde está? ¡¡¡Eres un inútil!!! Y la madre de Lorena, que es de las que va a esperar a su hija, lo puso verde. Antonio tampoco se calló y les dijo que aquello era un instituto y no un zoológico y que a su Fluffy sería mejor que lo buscaran en medio de la calle, bajo las ruedas de un coche.

El asunto ha llegado hasta la dirección. Por un lado, la madre hecha una furia exigiendo el gato de su inconsolable hija, que según dice les costó un dineral, y pidiendo que echen al conserje porque es un sádico. Del otro, Antonio exigiendo que le den la razón y pongan a los alumnos y a los padres en el lugar que les corresponde. El equipo directivo ha decidido proponer una mediación. Antonio es mediador y quizás por eso aceptará. Se encarga la mediación a un profesor y a un alumno.

Antonio

En el instituto ya nadie me llama ‹‹Señor Antonio››, eso sólo para demostrar cómo se han perdido los ‹‹modales›› y las formas. Los chavales son los reyes del mambo, ya no hay quien les pare los pies. A mí me torean sin piedad y a más de un profesor, también. El otro día, sin ir más lejos, tuve que tranquilizar a una sustituta que salía llorando de clase. ¡Adónde hemos llegado! Mi trabajo no es hacer de criado y si el director los tuviese bien puestos... Ahora ya no basta con los ‹‹animales›› de dos patas, sino que el viernes pasado también apareció un gato. Lo cierto es que era una monada, a mí me gustan los animales y pensé que no daría molestias. Además, ¿qué podía hacer sino? ¿Que lo devolviera a su casa? ¿Que lo llevase a clase? ¡Por supuesto que si me llego a imaginar la retahíla de improperios que me iban a caer encima por culpa del animalito! Lorena es una ‹‹verdulera›› y su madre una arpía. Exijo que me pidan disculpas delante de todo el mundo.

Lorena

El viernes cumplí trece años y cuando me desperté tenía al pie de la cama mi regalo: ¡¡¡un gatito de angora precioso!!! Era tan suave que le bauticé como Fluffy y, después de dar un beso y un abrazo a mi madre, le dije que me lo llevaría al instituto para enseñárselo a las amigas. Mi madre me dijo que sería la envidia de todos y que tuviera cuidado porque se trataba de un regalo muy caro. Le dije a Antonio que me lo guardase y el muy estúpido me lo perdió y, encima, me dijo que
mucho mejor si lo atropellaba un coche. Quiero a mi Fluffy y no a un sustituto.

SUPUESTO 4

En el instituto empiezan a formarse bandas. Al principio no era preocupante que ex alumnos y otros chicos se agrupasen en las puertas del centro a la hora de salir. Sin embargo, un día se produjo una pelea violenta entre ellos, acudió rápidamente la guardia urbana y procedió a disolver al grupo. La reacción no se hizo esperar mucho y, durante el fin de semana, rompieron unos cuantos cristales. También entraron a robar durante las vacaciones de Navidad. Según informó la guardia urbana, algunos de los muchachos están fichados, pero no existen pruebas de que los autores de los actos vandálicos, ni del robo, hayan sido ellos.

Ahora han regresado y se han hecho amigos de los ‹‹mejores›› elementos del instituto. No está muy claro si trafican o qué hacen. Insultan a los alumnos de nacionalidad extranjera, intentan provocarlos, los amenazan... Al parecer, el pasado fin de semana, atacaron a Mohamed, un alumno de cuarto. El caso es que este chico hace una semana que no viene al centro y, cuando el tutor ha telefoneado a su casa para preguntar qué ocurría, su madre no sospechaba que su hijo faltase a clase. Al día siguiente, se presentan madre e hijo en el despacho del director y el chico muestra los moratones que le hicieron cuando le atacaron. Dice que tiene mucho miedo porque le dejaron muy claro que si les delataba lo ‹‹despacharían››. Por lo visto van armados con palos y navajas.

La dirección quiere hablar con los alumnos que se sabe que forman parte de estas bandas para intentar que se vayan a otro sitio y que respeten el instituto. El profesorado se siente bastante impotente y lamenta que el centro se parezca cada vez más a una prisión: alarmas, rejas, guardias... Es posible que si se da publicidad a estos casos de xenofobia, vandalismo y violencia, el año próximo, baje aún más la matrícula y el centro se convierta en un gueto.

Por eso, el director decide acudir al coordinador de mediación y le pide reunirse con Pablo, de tercero de ESO, puesto que el día de la agresión a Mohamed parece ser que él estaba ahí.

Luis

Estoy a la espera de dejar la dirección del centro. Una cosa son los alumnos difíciles, como los que siempre hemos tenido aquí, y otra cosa muy distinta las bandas organizadas del barrio que se instalan en la puerta del instituto y amenazan seriamente a los alumnos más indefensos. No sé cómo acabar con el problema, pero me interesaría, por lo menos, mantener la seguridad dentro del centro. Lo que le ha ocurrido a Mohamed es una injusticia y, si no fuese porque temo las consecuencias, yo personalmente formularía la denuncia. Quiero negociar con Pablo, aunque, la verdad, todavía no sé con qué clase de argumentos...

Pablo

Yo he nacido en el barrio y ahora está infestado de inmigrantes que nos quitan el trabajo y se hacen los dueños. Con mis colegas hemos salido algún fin de semana a limpiar las calles de indeseables. Primero les avisamos y, si no hacen caso, vamos a por ellos, tal como hicimos con Mohamed. ¡Le demostramos que en aquel banco de la plaza él no podía sentarse! Como no hay testigos de lo ocurrido lo negaré todo y si, el muy desgraciado, se ha ‹‹chivado›› ya puede ir preparándose ¡porque lo pagará caro!

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